[:es]Misofonía. Oficina de escuchas y recursos finitos[:]

[:es]Nada parece sobrevivir al monótono del capital una vez que éste permanece impasible entre nosotros. Tal vez, es por ello que decidimos abordar la escucha sostenida de un mundo ingobernable. Insostenible la espera, nada tiene que ofrecernos. Aburridos y decepcionados, auscultamos el rumor de otras batallas, todas ellas distantes; que se van desvaneciendo tras el último golpe y el último respiro de la voz del indignado.

Sólo pretendemos del aire la escucha disconforme: que el oído desorientado comience a otear la oscuridad ruidosa del mundo de la revuelta, de la ciudad convulsa, de la gente que corre persiguiendo otra vida. La transformación de los cielos es precedida por el sonido que advierte siempre lo que está por venir. Y nosotros, sólo queremos escuchar lo que adviene… lo que nos dice, antes de que efectivamente agotado, el mundo finalmente se abandone al creciente rugir de la esperanza, claramente depositada en el porvenir.

La consigna es desaprender el oxidado andamiaje escolar, olvidar lo aprendido y abrirnos paso por el salvaje follaje que es la vida, un lugar donde finalmente se entrelazan música, literatura y práctica del arte. Saber hacer. No es una aspiración imposible, es la simple voluntad de desandar lo andado, de aprender a perdernos.

Y al final, nada quedará sino la tinta desparramada en el papel.

Misofonía. Oficina de escuchas y recursos finitos.

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Misofonía #0 (PDF)[:]